Para que un texto fluya en la lectura hay que tomar decisiones conscientes en la escritura. ¿Por qué? Porque la simplicidad se logra con planificación. En el caso de los textos técnicos (de divulgación científica, académicos, profesionales, etc.) el desafío es que lo entiendan personas que no participan del ambiente en que se producen. Y esto es sumamente relevante, porque gracias a este tipo de escritura divulgativa accedemos a investigaciones de disciplinas como la Física, la Neurociencia o la Antropología.
En este artículo te propongo pautas para la redacción de textos técnicos que aplican a casi cualquier género escrito. Para ello utilizaremos un párrafo de ejemplo de solo 98 palabras y 635 caracteres con espacios. Allí podrás identificar formas gramaticales, sintácticas, de uso del lenguaje y recursos argumentativos que simplifican la lectura y comprensión. Estos son:
- Puntuación adecuada
- Sucesión lógica de oraciones breves y simples
- Sujeto (muy) presente y bien referido
- Sujeto + verbo simple
- Lenguaje accesible
- Conectores: el que va y cuando va, si va
- Aclaraciones (incisos): solo las imprescindibles
- Recursos argumentativos: historias, ejemplos y preguntas
Pero antes de comenzar, tres recordatorios sobre los párrafos. El primero: un párrafo está bien construido cuando puede leerse de manera autónoma y es posible identificar fácilmente de qué trata, qué idea desarrolla. Por ejemplo:
Los líderes más efectivos se parecen en algo fundamental: todos tienen un alto grado de inteligencia emocional. No es que el coeficiente intelectual y las destrezas técnicas sean irrelevantes. Son importantes, pero como “aptitudes de umbral”; es decir, son los requisitos básicos para puestos ejecutivos. Pero mi investigación, junto con otros estudios recientes, muestra claramente que la inteligencia emocional es la condición sine qua non del liderazgo. Sin ella, una persona puede tener la mejor preparación del mundo, una mente incisiva y analítica, y un infinito surtido de ideas inteligentes, pero aun así no será un buen líder. (Goleman, 1998) (1)
El segundo y tercer recordatorio: en cada párrafo se puede identificar una oración principal (en negrita) y también palabras claves (subrayadas):
Los líderes más efectivos se parecen en algo fundamental: todos tienen un alto grado de inteligencia emocional. No es que el coeficiente intelectual y las destrezas técnicas sean irrelevantes. Son importantes, pero como “aptitudes de umbral”; es decir, son los requisitos básicos para puestos ejecutivos. Pero mi investigación, junto con otros estudios recientes, muestra claramente que la inteligencia emocional es la condición sine qua non del liderazgo. Sin ella, una persona puede tener la mejor preparación del mundo, una mente incisiva y analítica, y un infinito surtido de ideas inteligentes, pero aun así no será un buen líder.
Ahora sí, comencemos con los recursos que simplifican la escritura y colaboran en la comprensión lectora.
Puntuación adecuada
El punto seguido separa oraciones que tratan sobre un mismo tema. El punto y aparte separa en párrafos, es decir que marca el final de una idea ya elaborada y/o argumentada. La coma tiene muchos usos: para separar los distintos elementos que aparecen en una enumeración, para incluir una explicación que queda al margen de lo que estamos diciendo, para delimitar una oración principal de una subordinada, después de expresiones como por lo tanto, así pues, además, sin embargo, por último, entre otros usos.
Y aquí hay que atender dos vicios, el primero, textos que utilizan la coma como un punto y el segundo, conectores que alargan la oración en lugar de colocar un punto, en este ejemplo, los dos vicios juntos:
Aunque milenials y centenials son nativos digitales, estos últimos no conocen un mundo sin internet y redes sociales, lo que hace que sus hábitos y comportamientos sean diferentes, esto se refleja también en su forma de consumir.
Esta idea sería mucho más fácil de leer si en lugar de una oración hubiera dos y quitáramos “lo que hace que”.
Aunque milenials y centenials son nativos digitales, estos últimos no conocen un mundo sin internet y redes sociales. Los hábitos y comportamientos de estas generaciones son diferentes y esto se refleja también en su forma de consumir.
Editado a mi gusto diría:
Los hábitos y comportamientos de milenials y centenials son diferentes. Si bien ambos son nativos digitales, los centenials no conocen un mundo sin internet y esto se nota en la forma en que consumen.
Finalmente, el punto y coma (;) que está ¿algo en desuso?, es un recurso excelente; permite agregar información autónoma pero vinculada a la misma oración. La explicación larga en la RAE. En nuestro texto de ejemplo, antes de un conector:
Son importantes, pero como “aptitudes de umbral”; es decir, son los requisitos básicos para puestos ejecutivos.
Sucesión lógica de oraciones breves y simples
Presentar una sola idea por oración haciendo que se sucedan lógicamente, logra párrafos sencillos, fáciles de leer y de entender. Analiza detenidamente cómo está construido nuestro párrafo de ejemplo (separo las oraciones para que se visualice mejor la idea):
Los líderes más efectivos se parecen en algo fundamental: todos tienen un alto grado de inteligencia emocional.
No es que el coeficiente intelectual y las destrezas técnicas sean irrelevantes.
Son importantes, pero como “aptitudes de umbral”; es decir, son los requisitos básicos para puestos ejecutivos.
Pero mi investigación, junto con otros estudios recientes, muestra claramente que la inteligencia emocional es la condición sine qua non del liderazgo.
Sin ella, una persona puede tener la mejor preparación del mundo, una mente incisiva y analítica, y un infinito surtido de ideas inteligentes, pero aun así no será un buen líder.
Fíjate que las oraciones son muy breves y cada una va agregando una nueva información a la anterior de manera lógica y sencilla, hasta completar la idea en el conjunto del párrafo. Este es un logro tremendo que solo se consigue decidiendo qué nueva idea o porción de información le ofreceremos a quien lee.
Sujeto (muy) presente y bien referido
En nuestro párrafo de ejemplo, cada oración tiene muy claro y explicitado el sujeto (en negrita). Al leerlas siempre sabemos a qué o a quién está refiriendo. Pero cuando necesita volver a referirse al sujeto o referente ya mencionado, lo hace directamente (subrayado), sin maniobras extrañas, ni el feo “aquel”, “este”, “la misma”, etc. Por ejemplo, en la siguiente oración, el autor podría haber escrito “estas son importantes” en lugar de “son importantes”:
No es que el coeficiente intelectual y las destrezas técnicas sean irrelevantes. Son importantes, pero como “aptitudes de umbral”; es decir, son los requisitos básicos para puestos ejecutivos.
Pero mi investigación, junto con otros estudios recientes, muestra claramente que la inteligencia emocional es la condición sine qua non del liderazgo. Sin ella, una persona puede tener la mejor preparación del mundo, una mente incisiva y analítica, y un infinito surtido de ideas inteligentes, pero aun así no será un buen líder.
Si te fijas, en cada oración, o cada dos oraciones máximo, hay un nuevo sujeto explícito. Esto es un gran alivio para la memoria y la atención de quien lee ya que le evita estar rastreando al referente. Es frecuente encontrar textos que olvidaron mencionar al sujeto o lo perdieron muchas oraciones atrás. Ocurre que en la escritura académica, técnica y también en la institucional, existe cierto temor a repetir palabras, como si fuera de mal gusto. Por el contrario, uno de los mecanismos de correferencialidad (2) es la repetición, es mejor repetir la palabra referida que confundir al lector.
Sujeto + verbo simple
Las oraciones que después del sujeto tienen el verbo son más claras que aquellas con otro tipo de construcción.
Los líderes más efectivos se parecen en algo fundamental: todos tienen un alto grado de inteligencia emocional.
No es que el coeficiente intelectual y las destrezas técnicas sean irrelevantes. Son importantes, pero como “aptitudes de umbral”; es decir, son los requisitos básicos para puestos ejecutivos.
Pero mi investigación, junto con otros estudios recientes, muestra claramente que la inteligencia emocional es la condición sine qua non del liderazgo. Sin ella, una persona puede tener la mejor preparación del mundo, una mente incisiva y analítica, y un infinito surtido de ideas inteligentes, pero aun así no será un buen líder.
En su lugar, muchas veces encontramos estructuras muy complejas donde quien lee tiene que hacer un esfuerzo por encontrar la acción. Por otro lado, en nuestro ejemplo, los verbos son simples o en presente.
Los líderes más efectivos se parecen en algo fundamental: todos tienen un alto grado de inteligencia emocional.
No es que el coeficiente intelectual y las destrezas técnicas sean irrelevantes. Son importantes, pero como “aptitudes de umbral”; es decir, son los requisitos básicos para puestos ejecutivos.
Pero mi investigación, junto con otros estudios recientes, muestra claramente que la inteligencia emocional es la condición sine qua non del liderazgo. Sin ella, una persona puede tener la mejor preparación del mundo, una mente incisiva y analítica, y un infinito surtido de ideas inteligentes, pero aun así no será un buen líder.
Este es un gran punto de simplificación del texto: es más fácil leer oraciones que conjugan los verbos con pretérito perfecto simple, futuro simple o en presente. Por ejemplo, las conjugaciones de “aceptar” en primera persona singular serían así:
Presente: acepto
Pretérito perfecto simple: acepté
Futuro simple: aceptaré
Y en lo posible evitar el uso del auxiliar, “he aceptado”.
Si te gustan los verbos esta guía con ejercicios prácticos de los cinco errores verbales que le quitan claridad a tu mensaje, seguro es de tu interés.
Lenguaje accesible
Sin arcaísmos, sin tecnicismos, sin frases ni palabras rebuscadas. Cuando decimos sin tecnicismos no decimos que no haya que usar palabras técnicas o académicas, sino que cuando se introducen, es recomendable explicarlas sencillamente.
Son importantes, pero como “aptitudes de umbral”; es decir, son los requisitos básicos para puestos ejecutivos.
Aquí el autor menciona las “aptitudes de umbral” entre comillas para destacar que es un concepto y, anticipándose a la pregunta lectora “¿qué son las aptitudes de umbral?”, responde: “son los requisitos básicos para puestos ejecutivos”. Hay que considerar que este texto fue publicado en la revista de la Universidad de Harvard, Harvard Business Review, es decir que se dirigía a un público académico. Aún así, el texto es comprensible para quienes no sean médicos o psicólogos.
Conectores: el que va y cuando va, si va
No siempre para pasar de un grupo de oraciones a otras o de una idea a otra hace falta un conector. Tampoco es requisito iniciar los párrafos con conectores, de hecho es desaconsejable porque interrumpe el flujo de la escritura, produce un texto entrecortado, como mecánico. Los conectores tienen funciones específicas y solo los necesitas para ellas; los más frecuentes en la redacción técnica son:
- De adición, para agregar información: también, además, así mismo, a continuación.
- De comparación: del mismo modo, igualmente, de modo similar, de igual manera.
- Explicativos: es decir, o sea, esto es, a saber, en otras palabras.
- Causativos: por lo tanto, por consiguiente, en consecuencia, así pues, por eso, por esta razón, entonces, porque, pues, puesto que, ya que.
- Oposición: pero, sin embargo, no obstante, en cambio.
- Unión: y, e.
- Elección: o, u, o bien.
Siguiendo con nuestro artículo de ejemplo, el primer párrafo tiene varios conectores explicativos y de oposición, porque está estableciendo una idea, quiere llegar a un punto:
Los líderes más efectivos se parecen en algo fundamental: todos tienen un alto grado de inteligencia emocional. No es que el coeficiente intelectual y las destrezas técnicas sean irrelevantes. Son importantes, pero como “aptitudes de umbral”; es decir, son los requisitos básicos para puestos ejecutivos. Pero mi investigación, junto con otros estudios recientes, muestra claramente que la inteligencia emocional es la condición sine qua non del liderazgo. Sin ella, una persona puede tener la mejor preparación del mundo, una mente incisiva y analítica, y un infinito surtido de ideas inteligentes, pero aun así no será un buen líder.
Si te fijas evitó utilizar expresiones como “no obstante”, “valga como ilustración”, “en efecto”, etc. No es que estén mal, es que distraen.
En los siguientes párrafos, cuando ya estableció la idea, utiliza pocos conectores, todos causativos para hacer avanzar la información:
La autoconciencia es el ingrediente primordial de la inteligencia emocional, algo que cobra sentido si se tiene en cuenta que hace miles de años el oráculo de Delfos aconsejaba “conócete a ti mismo”. Autoconciencia significa tener una profunda comprensión de las emociones, fortalezas, debilidades, necesidades y motivaciones propias. Las personas que poseen un fuerte grado de autoconciencia no son ni extremadamente críticas ni confiadas en exceso. Más bien, son honestas consigo mismas y con los demás.
¿Cómo se puede reconocer la autoconciencia? Por encima de todo, se deja ver como sinceridad y capacidad para autoevaluarse de manera realista. Las personas con una alta autoconciencia pueden hablar acertada y abiertamente (aunque no necesariamente de forma efusiva o “confesional”) sobre sus emociones y el impacto que tienen en su trabajo.
Si te encantan los conectores textuales en este sitio encuentras una interesante compilación con explicaciones.
Aclaraciones (incisos): solo las imprescindibles
Además de todo lo que analizamos hasta aquí, de las oraciones breves y bien construidas de los párrafos de ejemplo, hay algo más que lo hace sencillo. No tienen incisos (aclaraciones), como paréntesis, rayas, corchetes o comas que funcionen como tales, utilizados de tal forma que interrumpan la lectura. En “¿Qué hace a un líder?” el autor editó su texto hasta lograr oraciones que incorporen las aclaraciones.
Para ejemplificar por el contrario, en esta nota de la revista Telva, la periodista utiliza excesivamente las aclaraciones; una vez en el título, una vez en la bajada y dos veces en el texto:
“Máxima de Holanda: una reina en bicicleta (con vestido, tacones y pamela)”
Intrépida, espontánea y cercana, Máxima de Holanda, no ha dudado -en su visita a ECOstyle, Biosintrum y EcoMinutypark en la región de Frisia Sudoriental-, a hacer un pequeño recorrido en bicicleta con vestido, tacones, bolso y ¡hasta pamela! A la reina de los Países Bajos no se le pone nada por delante.
No fue algo improvisado -la agenda de cualquier royal está milimétricamente pensada y establecida- y, a pesar de saber que en su visita a ECOstyle, Biosintrum y EcoMinutypark, junto a su marido el rey Guillermo, tendría que hacer un pequeño recorrido en bicicleta, Máxima de Holanda eligió un look todo menos de sport.
(…) El vestido tan favorecedor es de la firma belga Natan, cuyo diseñador Edouard Vermeulen –el Felipe Varela de nuestra reina Letizia-, viste en muchísimas ocasiones a la reina Máxima pero también a Matilde de Bélgica (3).
El inciso subrayado en amarillo, es probablemente el único que sea necesario emplear en este texto.
Recapitulando, las recomendaciones para lograr textos fluidos son:
- Utilizar la puntuación más adecuada. No usar la coma como un punto. Escribir oraciones cortas y sencillas evitando el exceso de subordinadas (oraciones eternas enlazadas con conectores).
- Decidir qué nueva porción de información le ofreceremos a quien lee. Presentar una idea a la vez; una sola idea por oración. Crear sucesiones lógicas.
- Mencionar al sujeto de la oración explícitamente o referirlo correctamente, sin piruetas cohesivas. Hacer todo lo posible para que el lector no tenga que rastrear al referente. Repetir palabras es correcto y es un servicio al lector.
- Construir oraciones con el sujeto primero y el verbo después. Utilizar verbos conjugados en presente, pretérito perfecto simple y futuro simple. Evitar el verbo haber como auxiliar.
- Usar lenguaje accesible, explicar tecnicismos y academicismos.
- Utilizar conectores cuando van y como van. Estudiar un poquito las funciones que tienen para usarlos correctamente.
- Intentar incluir en la oración la mayor cantidad posible de aclaraciones como paréntesis, rayas, entre comas, etc. A veces en la edición del texto nos damos cuenta que lo que estaba como inciso es mejor como una nueva oración.
Recursos argumentativos: historias, ejemplos y preguntas
Para analizar los recursos argumentativos que utiliza el autor en “¿Qué hace a un líder?” utilizaré 5 párrafos que puedes leer aquí. En ellos encontramos una serie de recursos argumentativos que le dan solidez a su presentación. Algunos de los que utiliza el autor son:
Pequeñas historias
Imagine a un ejecutivo que acaba de ver a uno de sus equipos presentar (…).
Ejemplos
Después de analizar estas preguntas, reuniría al equipo, expondría las consecuencias del incidente y expresaría su opinión al respecto.
Definiciones
Autoconciencia significa tener una profunda comprensión de las emociones.
Preguntas retóricas
¿Por qué es tan importante la autorregulación en los líderes?
Preguntas reflexivas
¿Son personales? ¿Falta de esfuerzo? ¿Hay algún factor atenuante? ¿Cuál fue su papel en la debacle?
Generalizaciones
Los líderes más efectivos se parecen en algo fundamental: todos tienen un alto grado de inteligencia emocional.
Ideas contrastantes
No es que el coeficiente intelectual y las destrezas técnicas sean irrelevantes. Son importantes pero (…)
Tipologías, enumeraciones
Una persona puede tener la mejor preparación del mundo, una mente incisiva y analítica, y un infinito surtido de ideas inteligentes.
Citas
(…) si se tiene en cuenta que hace miles de años el oráculo de Delfos aconsejaba “conócete a ti mismo”.
Citas de autoridad
Mi investigación, junto con otros estudios recientes, muestra claramente que la inteligencia emocional (…)
Un recurso fundamental para explicar es dar ejemplos. De otros, imaginarios, propios, todos sirven. Las personas entendemos mucho mejor con ejemplos y comparaciones. Otros recursos son los datos estadísticos, las analogías, las experiencias personales, etc. Puedes ver más sobre textos argumentativos aquí.
Si lees en inglés, te recomiendo el ejercicio de comparar cada uno de los puntos que tratamos en ambos idiomas; verás que funciona igual porque el texto original en inglés es muy claro y su traducción al español, muy fiel.
Finalmente, considera muy bien el título de tu escrito. Este artículo se llama “Escritura simple de textos técnicos” y no “Recursos sintácticos y argumentativos para una escritura fluida de textos técnicos y de divulgación”, que si bien describiría mejor el contenido, es bastante más complejo.
Si te quedó alguna duda o quieres mostrarme ejemplos de tus propios textos, escríbeme a barbara@borzani.cl.
Gracias por leer.
(1) Goleman, Daniel. “¿Qué hace a un líder?” en Harvard Business Review América Latina. Enero 2004. Págs 3-4
(2) Los mecanismos de correferencia son los procedimientos lingüísticos que permiten mencionar varias veces a un mismo referente a lo largo del texto. Es lo que permite la cohesión en un texto.
(3) Álvarez Espejo, Elisa. “Máxima de Holanda: una reina en bicicleta (con vestido, tacones y pamela)” en Telva. 18/09/20. <https://www.telva.com/celebrities/2020/09/18/5f64790001a2f151678b458d.html>
Para compartir este texto citar así:
Borzani, Bárbara. “Escritura simple de textos técnicos” en Blog Borzani Comunicación. 29 de junio de 2023, <https://borzani.cl/escritura-simple-de-textos-tecnicos>. El blog de borzanicomunicacion.com y borzani.cl se distribuye bajo una Licencia Creative Commons Atribución-NoComercial-SinDerivar 4.0 Internacional. (2005-2023)