Las buenas presentaciones requieren buenos recursos, como ejemplos, aplicaciones prácticas, elementos visuales o comparaciones. Cuanto más pedagógica sea la presentación más recordable y usable será la información ofrecida, que, como escribimos en Presentaciones efectivas: no se trata de mí se trata del destinatario, es el objetivo central de la mayoría de las presentaciones empresariales y académicas. En esta nota explicamos tres tipos de recursos muy efectivos para compartir información con un público: contar historias, hacer comparaciones y compartir tendencias e investigaciones. En todos ellos, los ejemplos orientan sobre cómo aplicarlos o por dónde comenzar a indagar.
Contar historias
Siempre hemos contado historias, amamos las historias, queremos saber qué ocurrió, queremos saber cómo ocurrió. Los relatos conectan con nuestras emociones y activan la imaginación. Las marcas lo usan como técnica de marketing (storytelling) creando experiencias con y para el consumidor, con historias audiovisuales que son auténticos cortos de cine, como Johnnie Walker y la historia de John con sus hijos o Revista Líbero y si te lo explican con fútbol lo entiendes.
Es que las historias son mucho más recordables que los datos, por eso es importante que tus presentaciones cuenten una historia: sencilla, real, inventada, curiosa, familiar, divertida, exagerada, corta, triste, mítica, fundacional, zonza, tierna, como prefieras. Lo importante es que sea conectiva, que genere alguna emoción con la que asociar las informaciones (y al fin los datos) que estamos compartiendo. Además, las historias son interrupciones positivas, que cortan la monotonía, suavizan, amenizan y dan color.
Comparativos: bajar números y conceptos a la realidad
Cuando tenemos que presentar datos con números, como evolución de la cantidad de clientes, cifras de balances, dotaciones de objetos, crecimientos, decrecimientos o estancamientos, bajas o subas de precios o cualquier otra información demasiado abstracta, una buena manera de mostrar los números es hacer comparaciones. Este recurso se utiliza mucho en los documentales de animales: “una hormiga tejedora asiática puede levantar 500 miligramos lo que equivaldría a que una persona levantara 8 toneladas con los dientes” en este caso la comparación sirve para asombrar y dimensionar algo que de otro modo nos resultaría más difícil imaginar.
Pero la mayoría de las veces nuestras presentaciones necesitan dar informaciones menos interesantes y algo aburridas. En esos casos se pueden utilizar comparaciones que sean significativas para las personas que nos escuchan o leen. Por ejemplo: “Este ahorro diario significaría 2.000 dólares en el año, con el que podrías realizar tu próximo viaje al extranjero”.
Las infografías pueden ayudar muchísimo, especialmente si se comparan temas duros con temas cotidianos, el nivel de recordación / comprensión es muy alto. Por ejemplo:
“10 divertidos gráficos que muestran hechos cotidianos”. La Red21, Uruguay.
Otro tipo de comparaciones son las analogías con films, libros, canciones, publicidades y otros recursos, que hacen recordable al discurso o presentación. Por ejemplo, una imagen como la que sigue puede darnos la idea de que nos queda mucho trabajo por hacer con un toque de humor:
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Presentar tendencias e investigaciones
Las fuentes son todo. Si lees de buenas fuentes y compartes de buenas fuentes ofreces información veraz, contenido de calidad y tú mismo te conviertes en un referente fiable. El tiempo de lectura mejor invertido es en sitios, medios, libros, repositorios, canales de youtube, fan pages, etc., de instituciones y personas que investigan o divulgan sobre los temas de tu interés.
En la presentaciones efectivas, referir al menos una a dos tendencias, puede ser un gran plus para el auditor, siempre dependiendo del tema y el tiempo del que dispones. Por ejemplo, en esta nota de la revista Harvard Business Review “Olvídese de los correos nocturnos y de ser multitarea en las reuniones” (Fuller, et al: 2018) hay mucha información basada en investigaciones. Una recomendación que podría presentarse como tendencia es: “según la revista Harvard Business Review los correos de los gerentes son más efectivos si los envían solo a la gente imprescindible. De hecho, recomiendan, que lleven al mínimo posible la cantidad de personas en la lista de distribución de sus correos”.
Una entrevista es otra excelente forma de presentar tendencias. En la Revista Capital (García-Huidobro: 2019) , el CEO de la empresa de reciclaje Triciclos (Chile) dice:
“Hablar de empresa sustentable es una redundancia”
Partiendo de esta afirmación y las argumentaciones que ofrece el entrevistado, se puede abrir una interesante conversación o validar otro argumento expuesto. Lo importante es seleccionar voces autorizadas y fuentes que estén a la altura de la presentación que se realiza. El resto es organización de la información, preparación del tema y profunda motivación por compartir las ideas.
Notas relacionadas:
Presentaciones efectivas: no se trata de mí se trata del destinatario
Imagen de portada: Tocátelas con fútbol by Líbero
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