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Los jóvenes y el futuro del trabajo

El desempleo juvenil estructural en América Latina y el Caribe está teniendo repercusiones sobre la demografía, la sociedad, la economía, el medio ambiente, la salud y las políticas. Este fenómeno se ve todavía más agravado en muchos países por el creciente número de trabajadores poco cualificados. Al mismo tiempo, el cambio climático, los desastres naturales y provocados por el ser humano y los problemas asociados a la biodiversidad, junto con la mayor “digitalización” de la sociedad y la economía, están teniendo un impacto importante en la región. Estos procesos están creando nuevas oportunidades para jóvenes y el futuro del trabajo –incluidos los empleos “verdes” y con bajas emisiones de carbono, y los productos y servicios asociados a las tecnologías de la información y la comunicación (TIC)– lo que deriva en una necesidad de nuevas habilidades y oportunidades de capacitación.

Los jóvenes en la educación, la capacitación y el mundo del trabajo en América Latina y el Caribe: desafíos clave

Si bien las cifras varían mucho de país a país, en general en la región se ha producido un aumento gradual de los niveles educativos desde la década de los ochenta. La generación actual de jóvenes entre 15 y 24 años es la más educada de la historia: han pasado más años en la educación formal y es más probable que estén alfabetizados que sus padres y abuelos. Sin embargo, estas tendencias optimistas no pueden ocultar la persistencia de bolsas de población juvenil cuyo acceso a la enseñanza secundaria y a la capacitación sigue siendo limitado, especialmente para los pobres, los que viven en zonas rurales y aquellos que pertenecen a grupos étnicos minoritarios. Así, la cifra oficial del 74,1% de matriculación neta en la enseñanza secundaria –comparada con el 62,7% en el año 2000– oculta diferencias importantes tanto dentro de los países como entre los distintos países . Además, muchos de los jóvenes escolarizados reciben una educación de baja calidad que ni los prepara para la vida como ciudadanos plenos e iguales, ni les permite acceder a un trabajo decente. Esta desigualdad en el acceso a la educación y a los aprendizajes pertinentes se suma a los crecientes niveles de desempleo juvenil, que comenzaron a aumentar en 2013 y en promedio triplican el desempleo adulto del 15,3% en 2015 . De hecho, casi 30 millones de jóvenes en la región ni estudian ni trabajan, de los cuáles el 15% no tiene un motivo claro que explique por qué se encuentra en esa situación. Gran parte de este “núcleo duro” de jóvenes excluidos son hombres urbanos de 15-19 años y de grupos de bajos ingresos . Dentro del grupo general de los jóvenes que no están estudiando, trabajando ni capacitándose, las niñas y mujeres son las más afectadas: muchas se encuentran excluidas de la escolarización y del mercado de trabajo debido a las responsabilidades familiares y las expectativas socio-culturales.

¿Cuáles son las respuestas?

Muchos países de la región han caído en la “trampa de los países de ingresos medios”: sus salarios relativamente más altos les impiden competir con la mano de obra de bajo costo de países en desarrollo, pero su personal no puede competir con los recursos humanos altamente especializados de países más ricos. Con el fin de enfrentar este problema, los países deben emprender una transformación estructural de sus economías, diversificar sus matrices productivas, hacer la transición a modelos económicos basados en el conocimiento y las habilidades y, más importante, aumentar su capacidad de innovar. Dicho cambio representaría una oportunidad clave para los jóvenes de América Latina y el Caribe, cuyo nivel educativo general y la inmersión en un mundo “conectado” los dejaría bien situados para participar en la construcción de sociedades y economías nuevas y dinámicas. En este sentido, dos sectores – que en muchos casos se superponen– tiene un potencial particularmente importante: las industrias de la sostenibilidad y la economía “digital”.

Por Jorge Sequeira, Director Regional de Educación de la Organización de las Naciones Unidas para la Educación, la Ciencia y la Cultura (UNESCO) para América Latina y El Caribe. El futuro del trabajo que queremos. La voz de los jóvenes y diferentes miradas desde América Latina y el Caribe. Lima: OIT, Oficina Regional para América Latina y el Caribe, 2017. (OIT Américas Informes Técnicos 2017/7) Págs. 45-46 <http://www.skillsforemployment.org/KSP/es/Details/?dn=WCMSTEST4_192494>

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